Similitudes, diferencias y vínculos entre fa y ataques de ansiedad.
Muchos síntomas de fibrilación auricular (FA) se asemejan a los síntomas clásicos de ansiedad que caracterizan los ataques de pánico, por ejemplo: palpitaciones cardiacas, dolor en el pecho, tensión muscular y palmas sudorosas que se acompañan de una descarga de adrenalina.
Por fortuna, ya sea un episodio de fibrilación auricular o un ataque de pánico, los síntomas son generalmente de corta duración. Sin embargo, para obtener un cuerpo saludable y evitar posibles complicaciones en el futuro, es importante distinguir entre las dos condiciones.
Cuidado con los signos reveladores
Le será muy difícil identificar si es FA por su propia cuenta, pero hay algunos signos que pueden ayudarlo a distinguir los ataques de pánico de los episodios de FA. Es importante recordar que los dos síndromes tienen diferentes causas: la FA es un trastorno eléctrico que envía señales desorganizadas a través de las cámaras del corazón, y el ataque de pánico generalmente no tiene una causa orgánica. Por el contrario, se desencadena por eventos en su entorno, situaciones estresantes o, a veces, ocurre sin una razón aparente.
Aquí hay algunas características que pueden ayudarlo a distinguir entre ambas condiciones:
**Velocidad de disminución de los síntomas. **Preste atención a la velocidad de aumento y disminución de los síntomas. Dado que la FA se desencadena por un evento físico súbito (señales eléctricas hiperactivas), los episodios de FA generalmente ocurren repentinamente. Cuando el episodio disminuye, también lo hacen los síntomas, pero el ciclo tiende a repetirse hasta que se administra un tratamiento. Con un ataque de pánico, la frecuencia cardiaca puede comenzar a aumentar a medida que se manifiestan otras molestias, y después de que el ataque alcanza un pico, la frecuencia cardiaca volverá gradualmente a la normalidad hasta que se disipen los otros síntomas.
**Naturaleza del latido del corazón. **El patrón o el ritmo de un latido cardiaco también puede orientarle sobre lo que está sucediendo: un ataque de pánico generalmente se acompaña de una frecuencia cardiaca rápida constante, mientras que la FA se presenta con una frecuencia cardiaca errática. Si su corazón parece estar saltando latidos, o acelerando, luego desacelerando y acelerando de nuevo, es más probable que la causa sea FA.
**Emociones asociadas. **Los ataques de pánico a menudo se acompañan de lo que las personas describen como una sensación de fatalidad: un sentimiento profundo e inminente de que algo muy malo está por suceder. Es difícil deshacerse de este miedo e impotencia y puede alimentar el pánico que lo provocó. Si bien un latido errático no es placentero, la FA no suele brindar una respuesta emocional tan severa.
**Tipo de dolor. **Los trastornos de FA y pánico pueden provocar dolor en el pecho a medida que el corazón se acelera y los músculos se tensan. Todos pueden haber experimentado un episodio de dolor torácico sordo, sin embargo, cada individuo lo experimenta de manera diferente. Cuando la FA nos afecta junto con otro trastorno cardiaco, el dolor puede ser más específico e intenso, y nunca es una buena idea ignorarlo. Si siente dolor en el pecho durante un ataque o episodio, consulte a su médico para investigar más a fondo.
La ansiedad es una experiencia muy personal y puede ser problemática, pero es posible que encuentre alivio al saber que eventualmente disminuirá. Desafortunadamente, es posible que la FA no desaparezca sin ayuda, por lo que querrá asegurarse averiguar lo que le está afectando lo antes posible.
Alivie la ansiedad, reduzca la fibrilación auricular
La ansiedad y la Fibrilación Auricular juegan entre sí, y eso no es bueno para su cuerpo o mente. Si sabe que la ansiedad desencadena su FA, convierta en una prioridad controlar los factores estresantes de su vida a medida que elabora una rutina más saludable para el corazón.
Si la ansiedad es demasiada para poder manejarla, no sufra solo: hable con su doctor acerca de agregar medicamentos para la ansiedad a su esquema de tratamiento. Es posible que no necesite tomarlo todos los días, solo cuando los episodios se agraven. Sin embargo, saber que tiene un recurso a la mano para emergencias puede asegurarle que superará el pánico en caso de que vuelva a ocurrir.
Más adelante, agregue ejercicio a su estilo de vida. Los entrenamientos no necesitan ser extenuantes, pero sí deben ser regulares: verá resultados físicos y psicológicos más positivos cuando se comprometa a hacer ejercicio varias veces a la semana. Si no está seguro de por dónde comenzar, es posible que primero quiera reunirse con su médico y un entrenador para medir su nivel actual de condición física, para que pueda elegir un entrenamiento adecuado que se encuentre dentro de sus límites.
Convertir lo negativo en positivo
Un ataque de pánico o un episodio de FA puede traer una oleada de energía aterradora, ya que la adrenalina corre por su cuerpo y su mente imagina los peores escenarios. Podría intentar esperar y distraerse con alguna actividad, aunque a veces es imposible calmar su respuesta ansiosa solamente con voluntad.
En su lugar, puede tratar de convertir la oleada de miedo en una oleada de emoción: obligarse a pensar en un evento o posibilidad emocionante, o simplemente comenzar a bailar y reír. Suena contradictorio, pero es posible que pueda cambiar la naturaleza de sus sentimientos de negativo a positivo, y aunque esto probablemente no hará que sus síntomas desaparezcan, serán más fáciles de manejar.
Relajación, apoyo, confianza y compromiso: estos son los ingredientes de un plan de manejo inteligente y efectivo para la FA y la ansiedad. Si cualquiera de los síntomas comienza a apoderarse de sus pensamientos y estilo de vida, puede ser hora de buscar una nueva perspectiva u orientación profesional. La buena noticia es que existen muchas técnicas que pueden interferir con el ciclo de ansiedad secundaria a FA y ayudarlo a recuperar el control.