Aunque, con frecuencia, se subestima y no se le da la suficiente importancia, dormir las horas necesarias tiene un papel importantísimo en la salud cardíaca. Hay estudios que muestran que entre 50 y 70 millones de estadounidenses adultos sufren algún tipo de trastorno del sueño o no duermen lo suficiente.1
Hay varias enfermedades que pueden dificultar el objetivo de dormir el periodo recomendado de seis a ocho horas. Desde el insomnio y la apnea del sueño hasta factores de salud mental y las exigencias del estilo de vida moderno, son múltiples los obstáculos que impiden a muchas personas lograr un descanso nocturno completo. Lo más indicado es que los adultos duerman al menos siete horas por la noche. Sin embargo, solo uno de cada tres estadounidenses afirma dormir esa cantidad de horas.2
Impacto del sueño en la salud cardíaca
La falta crónica de un sueño reparador está estrechamente relacionada con distintas enfermedades que perjudican a la salud cardíaca:
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Aumento de peso
La falta de un sueño reparador puede provocar la ralentización del metabolismo y también se asocia a una alimentación deficiente. Diversos estudios muestran una conexión entre el aumento de la ingesta de alimentos y un sueño insuficiente.3 -
Diabetes
Algunos estudios muestran que el sueño contribuye a que el organismo regule el azúcar en la sangre. Cuando esta regulación tan importante no se lleva a cabo, puede aumentar el riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2. -
Hipertensión arterial
El sueño es un período de descanso importante durante el que la tensión arterial puede disminuir durante un tiempo. Cuando no se descansa, la tensión arterial permanece más alta durante más tiempo, con lo que todavía se fuerza más al corazón y aumenta el riesgo de sufrir una cardiopatía y un ictus.2 -
Inflamación
Con tan solo privarnos de unas pocas horas de sueño, se pueden enviar señales al organismo que provocan que el sistema inmunitario ataque a las células sanas. Este proceso conduce a la inflamación del organismo y puede causar cardiopatías y trastornos autoinmunitarios, como la artritis reumatoide.4 -
Cardiopatía y arritmias
Los trastornos del sueño frecuentes, como el insomnio, la apnea del sueño y el síndrome de las piernas inquietas están relacionados con problemas cardíacos, como las arritmias, la insuficiencia cardíaca y las cardiopatías.1 Si usted ronca o sufre de somnolencia durante el día, consulte a su médico para averiguar si padece una apnea del sueño obstructiva, ya que el tratamiento puede reducir el riesgo de padecer una cardiopatía y arritmias.
Cómo mejorar el sueño
Si le cuesta dormir toda la noche sin interrupciones, contemple la adopción de estos pequeños cambios para que su descanso vuelva a la normalidad:
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Establezca una rutina
Elabore un programa del sueño y cúmplalo todos los días, incluidos los fines de semana. Intente acostarse y levantarse siempre a la misma hora. Esta rutina también podría incluir actividades relajantes, como tomar alguna infusión, leer o meditar antes de dormir. Evitar el uso de pantallas en las horas previas a acostarse también puede ayudarle a disfrutar de un mejor descanso. -
Cree un ambiente relajante
Ajuste la temperatura y la iluminación de su habitación e intente generar un entorno de calma. Oscurezca la habitación con cortinas o, si el entorno es ruidoso, use tapones para los oídos. -
Haga ejercicio
Mantenerse activo puede lograr que se duerma antes, por lo que incorporar actividades físicas a su día a día puede mejorar su rutina a la hora de dormir y favorecer un sueño reparador. -
Evite el consumo de cafeína y alcohol
Evite tomar cafeína, alcohol y dulces horas antes de acostarse, ya que todo ello produce agitación y dificulta la conciliación del sueño.1 -
Empápese de sol
Durante el día, sobre todo, por la mañana, disfrute de toda la luz natural que pueda. Conforme se vaya acercando la hora de acostarse y el sol se ponga en el horizonte, evite la luz artificial lo máximo posible. Si tiene que mirar una pantalla, utilice el modo oscuro o filtros de luz azul.2
Si sigue teniendo problemas para conciliar el sueño o le preocupa su salud cardíaca, hable con su médico sobre los pasos que debe seguir.